Los sueños, esos habitantes de nuestra mente nocturna, ofrecen una ventana a nuestro mundo interno, un refugio para la introspección y la sanación. La neurociencia ha empezado a desentrañar algunos de los enigmas que rodean a los sueños: están implicados en el procesamiento emocional y en la consolidación de la memoria.
Explorar los sueños es ir a la causa de las cosas. En el fondo de nuestros sueños encontramos aquello que evadimos durante el día, ya sean deseos reprimidos, miedos inconfesables o verdades incómodas. En una sociedad que corre el riesgo constante de perder contacto con su mundo interno debido al bombardeo constante de estímulos externos, los sueños nos ofrecen un ancla, una manera de mantenernos enraizados en nuestra humanidad. Aún tenemos esta conexión en la quietud de la noche.
Esta necesidad de conexión es tan profunda que quizá esa sea una de las razones detrás del boom de los psicodélicos hoy en día: ha abierto puertas a la exploración del inconsciente, a partes de nosotros mismos que, de otra manera, podrían permanecer inaccesibles. Lo mismo sucede con los sueños solo que estos nos llegan de manera natural, cada noche.
Pero, ¿qué hay en el inconsciente? Nuestros miedos y deseos por supuesto pero también a lo largo de la historia, los sueños han servido como una fuente poderosa de inspiración y resolución de problemas. Friedrich August Kekulé, un químico alemán, descubrió la estructura del benceno gracias a un sueño en el que vio una serpiente mordiéndose la cola, formando un anillo. Este sueño le reveló que la molécula de benceno tenía una estructura anular.
De manera similar, Elias Howe, inventor de la máquina de coser, también resolvió el problema del diseño de la aguja gracias a un sueño en el que vio lanzas con agujeros cerca de la punta.
Más allá de su valor individual, los sueños también tienen un poder colectivo.A lo largo de la historia, los sueños han jugado un papel crucial en las culturas y religiones de todo el mundo.En Mesopotamia, en el antiguo Egipto y en tantas otras. Para los Lakota, los sueños se ven como visiones espirituales que los líderes y chamanes interpretan para guiar a la comunidad.
Un ejemplo de lo colectivo fue durante la pandemia, donde noté un fenómeno recurrente entre mis pacientes: la mayoría comenzó a experimentar el mismo tipo de pesadillas, caracterizadas por temas de paranoia, persecución y escenarios apocalípticos. Las formas individuales de los miedos y ansiedades se desdibujaron, como si el virus y los medios hubieran secuestrado nuestra mente durante unos meses.
Llevar un diario de sueños permite crear lo que podríamos llamar un "diccionario personal de sueños" .Todos los días apuntamos el sueño y con el tiempo, al contrastar nuestras experiencias oníricas con los acontecimientos diarios, podemos empezar a crear conexiones de con que soñamos depende de en que estado emocional estemos. No esperes encontrar un significado al primer sueño que escribiste, te tienes que familiarizar lentamente.
Existen imágenes de sueños que tienen un significado similar para todos: el mar a menudo simboliza el inconsciente o la vastedad de los sentimientos, esto es porque venimos al mundo con un compendio de toda la historia de nuestros antepasados que se llama inconsciente colectivo.
Sin embargo cada individuo tiene un compendio personal de significados basados en sus experiencias y emociones únicas. Para una persona específica, el mar podría evocar recuerdos de la infancia, sensaciones de calma o algo relacionado a su legado paterno porque eran una familia de pescadores.
Una de mis pacientes tuvo durante muchos años una relación prohibida con una persona muy oscura, que padecía un trastorno mental grave y le causaba mucho daño. Aunque con el tiempo logró sanar y dejar esa relación, nunca ha dejado de soñar con esta persona, esto no quiere decir que tenga un trauma simplemente esa persona paso a simbolizar algo especifico en su histroria.Cada vez que sueña con esta persona su mente le esta tratando de decir que esta entrando en territorio peligroso en algún aspecto de su vida.Yo como su terapeuta se que ella está en riesgo de volver a comportamientos autodestructivos o de caer en la melancolía, el uso de sustancias y el aislamiento. Entonces tomo estos sueños como una manera de intervenir a tiempo y evitar que se sumerja en esa oscuridad.
Durante un período de mi vida en el que empecé a vivir entre dos ciudades y dos países (México y Canadá), experimenté una mezcla de emoción y exploración, pero también una sensación de inestabilidad. Estaba en busca de lo que significaba "hogar" para mí, escribiendo sobre ello y tratando de dilucidar cuál era mi verdadera casa.
En medio de esta búsqueda, tuve un sueño revelador: soñé que mi hogar era un tren, una casa cómoda y acogedora que se encendía como una estufa antigua, y mi mamá me ayudaba en el proceso. Este sueño fue una manera maravillosa en que mi mente me mostró que el hogar es algo que llevo conmigo a donde sea, porque hogar es donde me cuido y me siento cuidada. También simbolizaba la aprobación y el apoyo de mi familia en esta nueva aventura. Este sueño me ayudó a entender que el concepto de hogar no está atado a un lugar físico específico, sino que es una sensación de seguridad y bienestar que puedo crear en cualquier lugar.
En conclusión, los sueños son una puerta a nuestro mundo interno: nos permiten explorar nuestras emociones más profundas, resolver problemas y descubrir significados personales únicos. Llevar un diario de sueños y analizar estos mensajes nocturnos puede ayudarnos a construir un "diccionario personal de sueños", dándonos la capacidad de entender mejor nuestras respuestas emocionales y comportamientos.
Te invito a trabajar con tus sueños. Explorarlos te va a ayudar a navegar los desafíos de la vida con una comprensión más profunda. Si estás interesado en comenzar este viaje, considera la posibilidad de unirte a un grupo de comprension de sueños o a una terapia que incluya el trabajo con sueños . Tu mundo interno tiene mucho que revelarte.
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