top of page
Buscar

¿Esta tu obsesion por la belleza consumiendote? Analisis psicológico de "The Substance"

  • Foto del escritor: Daniela Moscona
    Daniela Moscona
  • 30 oct 2024
  • 3 Min. de lectura

The Substance, de Coralie Fargeat, parece una historia de terror sobre la obsesión con la juventud en una cultura que adora las apariencias. Sin embargo, detrás de la trama se encuentra una advertencia más inquietante: ¿qué pasa cuando hacemos todo lo posible por evitar enfrentarnos a nuestra realidad? Las realidades incómodas de la vida: nuestras pérdidas, nuestra edad o nuestro peso.


La protagonista, Elisabeth Sparkle —interpretada por Demi Moore— es una exestrella de televisión que, al cumplir cincuenta, descubre que la industria la ha descartado. En su desesperación, recurre a una droga que promete transformarla en su “mejor versión”, pensando que así se resolvera su crisis. 

A continuacion hare una analisis de la parte psicológica de la pelicula asi que si no las has visto córrela a ver.


Un dilema de identidad


Sparkle encarna a una mujer que ha construido toda su identidad alrededor de su imagen y fama. Pero la imagen y la fama no son permanentes y ella no está preparada para  aceptarlo, si ella no es esa mujer hermosa  y famosa en la tv en Los Ángeles, quien es? Al inicio la droga parece una solución ingeniosa, pero este alivio momentáneo pronto empieza a mostrar sus verdaderos efectos.


 La versión joven de Sparkle, comienza a hacer pequeñas trampas y poco a poco se convierte en un riesgo, en una presencia independiente que empieza a tomar el control, desplazando poco a poco a la versión madura de Sparkle. Esta situación crea un paralelismo interesante con los trastornos de la conducta alimentaria y las adicciones: al inicio, ambos parecen soluciones para aliviar un conflicto o formas de automedicarse el dolor, pero con el tiempo adquieren una vida propia y sus propios objetivos.


Paralelismo con la adicción y los trastornos alimentarios


Como he observado en mi experiencia personal y profesional con los trastornos de la conducta alimentaria, muchas veces estos comienzan como un intento de enfrentar una inseguridad o el miedo al cambio. La persona puede empezar a dejar de comer, buscando control o calma en medio de la tormenta interna.


Sin embargo, lo que en principio parece una solución comienza a ganar su propio terreno y autonomía. Como el "yo" joven de Sparkle, el trastorno alimentario va haciendo pequeñas trampas, dominando lentamente y transformándose en una entidad con sus propias motivaciones, que incluso van en contra de la intención original de quien lo padece. El trastorno ya no busca alivio; persigue su propia existencia, consumiendo el bienestar y la salud de la persona.


Este proceso también se da en las adicciones. Algo que pudo empezar como una escapatoria ante el dolor o el trauma se convierte en un ciclo de dependencia. Al igual que Sparkle, quien pierde control sobre su vida en manos de esta versión de sí misma, la persona adicta descubre que su "alter ego" ha tomado el timón, empujándola en direcciones que ya no puede detener. La lucha contra el complejo o la adicción se convierte en una batalla por la identidad, donde el "otro yo" se convierte en una fuerza destructiva que amenaza con consumir lo que queda de su autenticidad.


Reflexión final: hacia una identidad más flexible


The Substance nos invita a reflexionar sobre los riesgos de aferrarse a soluciones externas para resolver problemas internos. La lucha por perseguir un ideal de belleza no solo saca nuestras partes más sombrías, sino que también perpetúa una versión estática de nosotros mismos que puede volverse una amenaza.


Al igual que Elisabeth Sparkle, al aferrarnos a una identidad que ya no se sostiene, comenzamos a querer controlar mas y mas algo que esta fuera de nuestro control y esto en lugar de aliviar su crisis, la acentua aun mas como en la pelicula que la “mejor versión” de Sparkle se convierte en un reflejo distorsionado que, lejos de ayudarla, la lleva cada vez más lejos de su esencia.


Desde la perspectiva de la psicología budista, la identidad es una construcción mental en constante cambio, y aferrarnos rígidamente a una versión de nosotros mismos genera sufrimiento. En lugar de aceptar que nuestra identidad es fluida, intentamos sostener una ilusión que, como cualquier cosa fija, se desmorona con el paso del tiempo.


El bienestar no se encuentra en alcanzar una “mejor versión” estática, sino en soltar ideales rígidos y aceptar el cambio como algo natural. Este enfoque permite conectar con aspectos más profundos de nosotros mismos que, al no depender de lo superficial, nos permiten vivir con mayor autenticidad y paz.


El verdadero desafío, entonces, es aceptar el cambio como parte esencial de nuestra identidad y aprender a desprendernos, al final la vida es un continuo acto de aprender a dejar ir.



 
 
 

Comments


bottom of page